Vivienda unifamiliar de 145 m² distribuidos en dos plantas, ubicada en una urbanización rodeada de naturaleza. Su diseño moderno se adapta al entorno mediante el uso de materiales cálidos y soluciones arquitectónicas que favorecen la conexión con el paisaje.
El elemento más destacado es su porche integrado, que incorpora vigas de madera vistas, aportando textura, calidez y continuidad estética entre el interior y el exterior. Un recurso arquitectónico que refuerza la integración con el entorno natural sin renunciar a un lenguaje contemporáneo.


